En 2011 Marc Andreseen escribió su famosa frase “El software se está comiendo al mundo”. No es de extrañar que estuviera en lo cierto. El software continúa otorgando un enorme valor de negocios con una capacidad para escalar rápidamente que antes ni se pensaba.
La “revolución” del software ha creado un círculo virtuoso que ayuda a la creación de nuevas compañías de tecnología, y compañías que aprovechan la tecnología. En este contexto, hemos visto el surgimiento de Big Data, la computación en la nube y la conectividad penetrante como tecnologías fáciles de acceder.
En el negocio geoespacial hemos estado trabajando con Big Data por un buen tiempo. Comercialmente, estas tecnologías han estado tradicionalmente en compañías enormes, pero en su mayoría, la adquisición, análisis y gestión de datos masivos ha sido preocupación del Gobierno.
Una barrera significativa para una más amplia adopción comercial de la tecnología geoespacial siempre ha sido el movimiento de los datos alrededor de viejas infraestructuras para hacerlos disponibles para nuevos servicios.
Sin la portabilidad ni la accesibilidad de los datos, la oportunidad de aprovechar productos de datos de múltiples maneras disminuyó enormemente. Así, los datos eran usualmente sub-utilizados. Es difícil volverse una compañía moderna orientada a datos si no puedes usar tus datos.
El surgimiento de la tecnología de la nube otorga una oportunidad para responder al viejo problema del acceso a los datos. Tal vez la oportunidad para el sector geoespacial es mayor que para los demás. La razón para esto está en el problema principal del sector geoespacial: A pesar que los mapas y las imágenes son atractivos, son productos difíciles de vender. Dicho de otro modo, los productos geoespaciales son, por decir lo menos, difíciles de manejar.
¿Por qué el análisis geoespacial se comerá al mundo?
De hecho, es sencillo. La cadencia de captura de datos ha aumentado en proporción a la capacidad de la nube de almacenar y distribuir datos. Esto significa que de pronto se ha hecho posible crear productos que describan nuestro mundo cambiante casi en tiempo real. Podemos mover datos, podemos accederlos desde múltiples lugares, podemos empujarlos hacia canales de manipulación y podemos visualizarlos todos en la nube, a escala.
Pero hay una salvedad: Necesitamos pensar a profundidad acerca de crear productos que en verdad apoyen a procesos reales de negocio. Como personas geoespaciales, hemos estado pendientes de los mapas y las imágenes. Resulta que, aunque los mapas e imágenes son valiosos productos de visualización, al final la gente de negocios necesita números concretos para apoyar sus procesos de toma de decisiones.
Es por ello que la tecnología geoespacial no se ha instalado completamente en el mundo comercial. Por suerte, estamos a punto de ser testigos de un cambio drástico.
¿A qué me refiero con datos? Las personas geoespaciales se preocupan por datos que en cierto modo están relacionados con la geografía. Las imágenes satelitales, el tráfico de varias fuentes de información, direcciones, eventos climáticos y estadísticas de crímenes son todos ejemplos de datos de punto geoespaciales.
Individualmente, todas estas fuentes de datos son interesantes, pero combinadas, pueden volverse una fuente de noticias en tiempo real de eventos que ocurren a nuestro alrededor. Considera las siguientes aplicaciones de datos geoespaciales:
- Cuando tu conductor Uber es guiado alrededor de una construcción que fue identificada por otro conductor cinco minutos antes, el análisis geoespacial te lleva más rápido a tu destino.
- Cuando tu banco puede identificar rápidamente el riesgo crediticio revisando historias transaccionales de todos los otros clientes de zonas demográficamente similares, el análisis geoespacial te otorga el crédito que necesitas.
Cuando tu compañía aseguradora puede determinar que tu casa está en una zona de bajo riesgo de inundación debido a la topografía que la rodea y a un bosque recién plantado, el análisis geoespacial te ahorra dinero y ayuda a que la aseguradora reduzca el riesgo.
Estos casos de uso de ejemplos no resultan en un mapa ni en una imagen. Sin embargo, ilustran la oportunidad que los datos geoespaciales proporcionan para entregar un valor sorprendente.
Interesantemente, esta “revolución” ocurrirá probablemente de manera silente. Posiblemente ni notes que los resultados de búsqueda son más locales, o que tu Uber llega más rápido, o que las encomiendas sean entregadas a cualquier lugar en el que estés. Todo lo que verás son mejores servicios y mejores productos.
El futuro de la tecnología geoespacial probablemente no sea un mapa, sino que puede ser una alerta de email, un reporte, un gráfico o una lista ordenada. De hecho, será todo ello, y probablemente más.
Will Cadell
Forbes
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